Sunday, July 16, 2023

El manicomio de la doctora Ana Bertha Meza Pérez





El pasado 27 de junio asistí a la sala de urgencias del Centro de Atención Integral para la Salud Mental (CAISAME) -antes conocido como Hospital Psiquiátrico de san Pedro del Monte o de manera popular como "San Pedro de los Locos". Me presenté en la sala de urgencias dado que padecía una grave crisis psicótica derivada de la suspensión repentina del medicamento que se me ha prescrito desde hace más de cinco años. Al día tomo tres dosis de olanzapina, tres de sertralina, tres de alprazolam.

     Fui recibido en un cubículo de urgencias por un joven que se hizo llamar psiquiatra y cuyo nombre, me lo dijo después de insistir demasiado pues se resistía a dármelo, es José Manuel Díaz de León. De manera déspota me llamó a su cubículo en la sala de urgencias donde estaba más ocupado con las llamadas y mensajes de celular que recibía, soslayando lo que yo le refería acerca de mi enfermedad.

     No me escuchó. Su maltrato y prepotencia deben estar avalados por la directora del CAISAME, la especialista en psiquiatría infantil Ana Bertha Meza Pérez, que tiene su consultorio además en el hospital Los Ángeles de León, Guanajuato, uno de los más caros de la ciudad. ¿Por qué es tan pésima directora de un Centro Integral para la Salud Mental? Las influencias y la corrupción en este país al parecer son  un buen negocio pero sólo para los amigos burócratas como doña Ana Bertha.

     Volviendo al psiquiatra (¿?), éste me dijo que no podía darme ningún medicamento. Que por cuestiones burocráticas del manicomio las pastillas que requiero están controladas. Y prácticamente me corrió de su cubículo. Tales son las personas que "laboran" en el Manicomio de León.

     Tuve que ir a presentar una queja a la subdirección del CAISAME Ana Bertha, la psiquiatra infantil, prácticamente regenta del manicomio de León pero nunca está o por incuria no recibe pacientes—; en la subdirección, luego de esperar media hora, se apersonaron dos loqueros que no me dieron sus nombres.  

     Ambos se pusieron de lado de su amigo el loquero que me negó la atención médica, el 'shrink' José Manuel Díaz de León Alonso, y, a pesar de que yo ya me veía muy mal por la falta de medicamentos les importó poco aun y cuando les mostré mi hoja de contrarreferencia del IMSS en el que se señalan los medicamentos que tomo desde hace cinco años. Les importó nada y me juzgaron de loco.

     A final de cuentas, el médico que se hizo pasar por subdirector, acompañado, por su colega me dijeron que no me podían prescribir los mismos medicamentos sin aducir argumento alguno salvo el de que los medicamentos que he tomado desde hace cinco años me los iban a negar.

      Yo ya me encontraba al borde de la crisis psicótica y dije a uno de los médicos que lo culpaba a él y a Ana Bertha Meza Pérez si llegaba a hacerme daño a mí mismo o a los demás.

     Dicho esto, me dejaron en la oficina de la subdirección del manicomio. Cuando volvieron, me dijeron que me iban a dar mis medicamentos pero en una cantidad reducida. Ante mi desesperación, acepté.

     El médico que me negó mi derecho humano a la salud y que conculcó mi derecho constitucional a la salud, José Manuel Díaz de León Alonso, quizá para ser protegido por el médico que dijo ser el subdirector 
quien portaba un águila dorada en la solapa de su bata blanca, firmó las recetas que en un principio me negó en su cubículo de la sala de urgencias del manicomio. De tal manera que así impostó que no violó mis derechos humanos y constitucionales en colusión con los médicos de marras.

     El trato inhumano y despótico en el CAISAME se intensifica cuando uno asiste a la farmacia: no hay medicamentos. De lo recetado, no había ni sertralina ni gabapentina, sólo alprazolam (una caja cuando lo que me daban en el IMSS eran tres), y olanzapina en cantidad reducida de tres pastillas al día me recetaron sólo una. ¿Qué pasa con los medicamentos en la farmacia del CAISAME? ¿Por qué el desabasto? La doctora Meza Pérez debe responder al respecto. El asunto se presta a suspicacias.

     El gobierno del estado de Guanajuato, encabezado por Diego Sinhué Rodriguez Vallejo, así como el director de la Secretaría de Salud de Guanajuato, Daniel Alberto Díaz Martínez tienen que rendir cuentas sobre el sistema de salud en Guanajuato que poco a poco se desquebraja por la incuria, el maltrato a los pacientes, los malos diagnósticos.

     En el manicomio de León, al parecer los "doctores" son tanto o más oligofrénicos que la ergástula internada en san Pedro de los Locos.

     El gobierno del estado presume: "Tenemos el mejor sistema de salud en el país". El chiste se cuenta solo.


*

Coda: La experiencia de visitar el manicomio de León --mal llamado Centro de Atención Integral a la Salud Mental--, de manera inicua recuerda la forma en que se trataba a los pacientes psiquiátricos hace décadas. Basta recordar documentales como 'San Clemente' (1981) de Raymond Depardon,  'Titicut Follies' (1967) de Frederick Wiseman,  'Feng ai' --AKA Till madness do us appart-- (2013) de Wang Bing, entre otros, para dar cuenta de ello.






'San Clemente' (1981) de Raymond Depardon. Tráiler.





'Titicut Follies' (1967) de Frederick Wiseman,
comentario crítico.




'Feng ai' --AKA Till Madness do us appart-- (2013) de
Wang Bing. Tráiler.








Thursday, December 3, 2015

Adicciones y derechos de libertad





El 4 de noviembre de 2015, por cuatro votos a favor y uno en contra, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de México aprobó el proyecto al amparo en revisión 237/2014 del ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea sobre la peticición hecha por la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Tolerante y Responsable (SMART) al gobierno mexicano para que a cuatro de sus integrantes se les permita de manera legal la producción, el traslado y el consumo personal y regular de marihuana con fines lúdicos o recreativos.

      Este hecho abraza y expresa contemporánea importancia pues emplaza formas alternativas sobre cómo abordar y resolver el problema global de las drogas más allá de políticas prohibicionistas o “de guerra” cuya eficacia, en los hechos, resulta por lo menos cuestionable.

      En el presente, se sondean algunos puntos relevantes del proyecto del ministro Zaldívar en relación con el problema de las drogas y las adicciones y las repercusiones que ello supone para la vida política del país.



¿El bosque o los árboles?


     
En resumen, el proyecto presentado por el ministro Zaldívar estudia el marco regulatorio sobre el control de estupefacientes y psicotrópicos en la Ley General de Salud, hace un análisis de la incidencia de la medida legislativa impugnada en el contenido prima facie del libre desarrollo de la personalidad, realiza también un análisis de proporcionalidad en sentido amplio de la medida legislativa impugnada, establece la constitucionalidad de los fines perseguidos con la medida, estudia la idoneidad de la medida a partir de las afectaciones a la salud, el desarrollo de dependencia, la propensión a utilizar drogas “más duras”, la inducción a la comisión de otros delitos, para, finalmente, llegar a la conclusión sobre el análisis de idoneidad que le permita establecer la necesidad de la medida considerando para ello la regulación de sustancias similares a la marihuana, la regulación del consumo en el derecho comparado, para, desde todo lo anterior, definir una medida alternativa a la prohibición absoluta del consumo. A partir de ello realiza la evaluación de la necesidad de la medida impugnada y determina la proporcionalidad en sentido estricto de la misma que le permite demostrar, finalmente, la inconstitucionalidad de los artículos impugnados para efectos de la sentencia de amparo, con lo que tal medida implica legal y constitucionalmente. (Zaldívar Lelo de Larrea, A. (2015). Proyecto sobre el amparo en revisión 237/2014 en sitios web http://www2.scjn.gob.mx Recuperado el 24 de noviembre de 2015, de http://www2.scjn.gob.mx/juridica/engroses/cerrados/publico/proyecto/AR237_2014.doc )

      La peculiaridad del proyecto presentado por el ministro Zaldívar Lelo de Larrea radica en que sitúa derechos fundamentales a la propia identidad, imagen personal, libre desarrollo de la personalidad, autodeterminación, autonomía y libertad individual que se derivan del reconocimiento a la dignidad humana, considerada ésta en tanto que principio esencial, como fundamento de su análisis.

      Es decir, está cimentado, en esencia, sobre el derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad.



El derecho a ser adicto y el derecho de los demás


      El proyecto del ministro Zaldívar parte de la Constitución mexicana "que otorga una amplia protección a la autonomía de las personas al garantizar el goce de ciertos bienes que son indispensables para la elección y materialización de los planes de vida que los individuos se proponen” (Zaldívar, 2015, p. 30)], y a partir de ello colige: “En este orden de ideas, el bien más genérico que se requiere para garantizar la autonomía de las personas es precisamente la libertad de realizar cualquier conducta que no perjudique a terceros” (ibid).

      Ante el argumento presentado por los integrantes de SMART, en el sentido de que "el libre desarrollo de la personalidad da cobertura a la decisión de consumir marihuana para fines lúdicos y, en consecuencia, también a todas las acciones necesarias para poder estar en posibilidad de llevar a cabo el autoconsumo (siembra, cultivo, cosecha, preparación, acondicionamiento, posesión, transporte, etc.)", el proyecto del ministro Salvidar afirma:
"Al respecto, esta Primera Sala entiende que efectivamente el derecho fundamental en cuestión permite prima facie que las personas mayores de edad decidan sin interferencia alguna qué tipo de actividades recreativas o lúdicas desean realizar, al tiempo que también permite llevar a cabo todas las acciones o actividades necesarias para poder materializar esa elección” (ibid., p. 39)

      Sin embargo, dado que
"el libre desarrollo de la personalidad no es un derecho absoluto, pues encuentra sus límites en los derechos de los demás y en el orden público”, lo cual faculta o autoriza la intervención de los legisladores para, como en este caso, considerar “necesario prohibir la autorización administrativa para la realización de toda actividad relacionada con la marihuana en atención a los efectos nocivos asociados a dicho producto en la “salud” y el “orden público” (ibid., p. 44).

      Al causar dicha consideración legislativa, como se obvia desde la solicitud planteada por los integrantes de SMART, una colisión en las relaciones que hay entre el derecho y sus límites, el ministro Zaldívar apela la necesidad de resolverla “con ayuda del test de proporcionalidad” (ibid., p. 41).

      Al verificar, mediante dicho test, que muchos supuestos habidos en relación con el consumo de marihuana son falsos o inexactos, se señala lo siguiente:


  • "Los efectos de la marihuana en la vida escolar y profesional del consumidor promedio son poco claros. Aunque se ha relacionado el bajo desempeño escolar con la frecuencia de uso, también se ha señalado que ello puede deberse a otras causas, como condicionamientos socioecómicos y culturales de quienes la consumen" (ibid., p. 49).
  • En una encuesta realizada en el Distrito Federal se encontró que el 70% de los usuarios de marihuana trabajan, 43% estudia y 20% estudia y trabaja. (Cfr. Zamudio Angles, Carlos Alberto y Castillo Ortega, Lluvia, Primera encuesta de usuarios de drogas ilegales en la Ciudad de México, México, Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas A.C., 2012” (ibid., p. 49).
  • La prohibición no disuade el consumo. Al respecto se citan, "por ejemplo, datos de la Encuesta Nacional de Adicciones señalan que entre 2002 y 2008 el consumo de drogas ilegales aumentó de 4.6% a 5.2% entre la población de 12 a 65 años, lo que podría interpretarse en el sentido de que el citado sistema de prohibiciones es ineficaz para reducir el consumo” (ibid., p.49).
  • Pese a que "las normas prohibitivas no pueden ser inconstitucionales por ser ineficaces para motivar la conducta de las personas. En este sentido, la reducción del consumo no puede considerarse un fin en sí mismo de la medida, sino en todo caso un estado de cosas que constituye un medio o un fin intermedio para la consecución de una finalidad ulterior, como la protección de la salud pública o el orden público” (ibid., pp. 51-52).
  • La existencia de supuestas alteraciones crónicas como consecuencia del consumo es muy controvertida en la literatura especializada” (ibid., p. 55).
  • De la misma manera, los estudios coinciden en que es incierta la relación entre la marihuana y las alteraciones psicóticas o mentales en los consumidores, con excepción de los consumidores que son susceptibles de sufrir padecimientos mentales (ibid., p. 56).
  • No "se ha demostrado de manera concluyente que el consumo produzca afectaciones en los sistemas reproductivos del consumidor, ni existe evidencia de que la marihuana genere algún deterioro permanente en el sistema cardiovascular, ni tampoco se ha probado que dosis prolongadas produzcan afectaciones cognitivas severas como las que se observan tras el consumo crónico de alcohol” (ibid., p. 56).
  • Ante tal panorama, esta Primera Sala observa que si bien la evidencia médica muestra que el consumo de marihuana puede ocasionar daños a la salud de los consumidores, se trata de afectaciones menores o similares a los que producen otras sustancias no prohibidas como el alcohol o el tabaco. De modo que puede concluirse que los daños a la salud derivados del consumo de marihuana no son graves” (ibid., p. 57).
  • No existe evidencia concluyente que muestre que la marihuana lleve al consumo de otras drogas” (ibid., p. 60).
  • De acuerdo con la información disponible, en México sólo el 10% de las personas que cometieron algún delito lo hicieron bajo el influjo de alguna droga, y de éstos sólo el 11% había consumido marihuana” (ibid., p. 61)
  • De la evidencia analizada se desprende que el consumo de marihuana no incentiva la comisión de otros delitos” (ibid., p. 62).

      No obstante, también resalta que:


  • El consumo de marihuana en personas adultas no supone un riesgo importante para salud, salvo en el caso de que se utilice de forma crónica y excesiva” (ibid., p. 54).
  • Sin embargo, también se constató que el uso de marihuana sí afecta negativamente las habilidades para conducir vehículos automotores pudiendo aumentar la probabilidad de causar accidentes” (ibid., p. 62).



Drogas y adicciones, ¿un problema de prejuicios?


      Como se observa, la importancia del proyecto del ministro Zaldívar radica, además, en que se deja de lado una visión general o de conjunto sobre las drogas al enfocar su análisis en una de ellas en particular para discernir de manera racional y objetiva sobre las consecuencias de su uso adicción, costes individuales y colectivos—, con lo cual se gana en comprensión y entendimiento, y se disipan confusiones.

      En este sentido, las nociones de dependencia y adicción, por ejemplo, son abordadas con claridad y distinción:


"En la literatura científica suele distinguirse entre el abuso y la dependencia a una sustancia. Mientras el abuso supone el uso continuo de drogas, la dependencia precisa que el consumo satisfaga criterios adicionales, como el desarrollo de tolerancia a la droga, síndrome de abstinencia e interferencia del consumo con el desarrollo de otras actividades del consumidor. En este sentido, los consumidores regulares de marihuana no califican necesariamente como farmacodependientes" (ibid., p. 57).


Drogas legales y adicciones letales


      Lo anterior provee de mayor lucidez y capacidad de enfrentar el problema de las drogas sin el lastre de supuestos que, a la vista de las evidencias científicas, no son pertinentes. Esto, sobre todo, teniendo en cuenta, como alerta Antonio Escohotado, “que la toxicomanía es un concepto desconocido hasta hace un siglo, mientras los tóxicos básicos –y su libre consumo-- existen hace milenios”; y, además, “desde los orígenes hasta bien entrado el siglo XX, los farmacólogos entendían que “la familiaridad quita su agujón al veneno”, y que el más razonable uso de los tóxicos pasaba por un gradual acostumbramiento a ellos” (Escohotado, 2005, p. 15 y 28). Resalta, entonces, la legalidad de ciertas drogas que, no obstante, causan tanta adicción y daños como los supuestos para el conjunto de las ilegales.

      Baste citar al respecto el caso de sustancias habitualmente tenidas como inocuas. Por ejemplo, estudios hechos sobre el azúcar refieren que
"es uno de los alimentos que más consumimos y a pesar de que no se considera como tal, se ha identificado que puede ser igual de adictiva que muchas otras drogas, ya que el consumo de azúcar atraviesa las mismas etapas que la adicción a otras sustancias, el proceso neurobiológico es similar y tiene complicaciones graves en todo el organismo por lo tanto puede ser considerada el adictivo de la actualidad." (Palma Ramírez G., Navarro Fernández A., Lozada Castillo I., Hernández Valdés F. (Diciembre de 2014). El azúcar, tan nociva como cualquier droga. En: Educación y salud, publicación semestral, nº 5 [versión online] Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Recuperado de: http://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/icsa/n5/e6.html Consultado 24/11/2015)

      En este tenor, otros estudios afirman que la sal, presente en las mesas de todos los hogares y al alcance de cualquiera, causa tanta adicción como la cocaína y entre los efectos nocivos para la salud que provoca
"además de cáncer de estómago, insuficiencia renal u osteoporosis, la sal favorece la aparición de hipertensión, causante esta del 62% de los accidentes cerebrovasculares y del 42% de las enfermedades del corazón, según la OMS”. (Sociedad Española de Cardiología. (Marzo 6, 2014). La sal, una droga tan adictiva como la cocaína. Recuperado de notas de prensa de la Sociedad Española de Cardiología, sitio web: http://secardiologia.es/comunicacion/notas-de-prensa/notas-de-prensa-sec/5150-la-sal-una-droga-tan-adictiva-como-la-cocaina) Consultado 24/11/2015)

      Sin embargo, ni el azúcar ni la sal, pese a su poder adictivo y a los daños que causan en la salud de las personas, están prohibidas y con frecuencia ni siquiera se mencionan en artículos de divulgación científica sobre el tema de las adicciones ni por los especialistas en el asunto.

      Al respecto, en el artículo El cerebro adicto de Verónica Guerrero Mothelet publicado en ¿Cómo ves?, revista de Divulgación de Ciencia de la Unam, llama la atención el apartado "Biología y ambiente" en el que, citando palabras del especialista Baler, al referir "los principales factores de riesgo y de protección" sobre la "propensión a las adicciones", entre los primeros se mencionan "conductas agresivas tempranas", habilidades sociales deficientes", "ausencia de supervisión paterna", etc. Cabe preguntarse al respecto si éstos son válidos tanto para la sal o el azucar como para la marihuana o cualquier otra droga. Los riesgos de la generalización o de visiones poco objetivas conllevan el riesgo del lenguaje confuso si no es que francamente engañoso. No se podía esperar, tal vez, otra cosa de un artículo cuya autora no se ruboriza al plantear cierta analogía entre el tratamiento de la diabetes y el de la adicción. (Guerrero Mothelet V. (Agosto de 2013). En: El cerebro adicto. ¿Cómo ves?, revista de Divulgación de Ciencia [versión online] Unam. Recuperado de: http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/177/el-cerebro-adicto) Consultado 24/11/2015)

      Señalar lo anterior importa pues la visión del problema de las drogas y las adicciones a través de la inexactitud contraria a la ciencia, pese a que en los discursos constituidos mediante ella se incluyan críticas a la visión moralista-coactiva sobre el asunto de marras, acusa, en última instancia, una mayor tendencia a prolongar consignas y políticas prohibicionistas ancladas en cierto paternalismo de naturaleza ceremonial para el que, al parecer, hay drogas y adicciones que son más perversas que otras. En este sentido, no es superfluo recordar lo que Thomas Szasz escribe en relación con lo que implica y expresa tal tendencia y el absurdo de su prolongación:
"Como un judío profanando la Torah, o un cristiano la hostia, un americano que usa droga ilícita es culpable del crimen místico de profanación: transgrede el más estricto y más temido tabú. Quien abusa de las drogas se contamina a sí mismo y contamina a su comunidad, poniendo en peligro a ambos. De ahí que para el libertario laico quien abusa de las drogas comete un "crimen sin víctima" (esto es, ningún crimen en absoluto), mientras para el hombre normalmente socializado es un peligroso profanador de lo sagrado. Por eso su eliminación está ampliamente justificada. después de todo, ¿hay algún bien más grande que salvar de una destrucción cierta a la familia, al clan, a la nación, al mundo?" (Szasz, 1992, p. 189).



Drogas, adicciones y Estado de Derecho


      Vinculado de manera estrecha, y acaso fatal, con la política prohibicionista sobre drogas, el combate a las mismas que en México, a partir de la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa, fue denominado como "guerra contra las drogas", alienta el cuestionamiento crítico ya que, en la práctica, tan sólo se han incrementado la criminalidad, la violencia, la inseguridad, la violación a los derechos humanos, además de las ganancias monetarias generadas que el tráfico ilícito de estupefacientes asegura para los grupos del crimen organizado.

      Este hecho es de una enorme gravedad pues ha creado, gracias a al poder corruptor que propician dichas ganancias monetarias, en la práctica, lo que podría considerarse como una geopolítica delincuencial (DEA and the Department of Justice of the United States of America, National Drug Threat Assessment, 2015, recuperado en noviembre 24, 2015, de: https://www.scribd.com/doc/290193769/2015-National-Drug-Threat-Assessment-Summary ) que, vía la complicidad entre autoridades y criminales, reemplaza de manera paulatina la establecida y deseable según el Estado de Derecho.

      Dan cuenta de lo anterior, entre otros múltiples, hechos como los ocurridos el 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, cuando miembros del crimen organizado, en colusión con autoridades de diversos órdenes, secuestraron y desaparecieron de manera forzosa a cuarenta y tres estudiantes de la escuela normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero. Hechos que, por cierto, continúan impunes hasta el día de hoy pues no hay sido investigados con seriedad por las autoridades competentes.

      Evidenciado en todo su horror el alcance que tiene el poder corruptor del crimen organizado, y las consecuencias que ello representa para el Estado de Derecho, cuando se disipan los límites entre el poder político y económico con el crimen organizado, se percibe de manera inexorable, en este sentido, como algunos académicos señalan, ya no sólo una "captura avanzada del Estado" sino
que el mismo Estado, en su manera de ejercer el control de los ciudadanos, hace uso de la delincuencia para gobernar, creando pactos que permitan ejercer a cada uno su poder y así obtener sus beneficios particulares. De igual forma sucede con un sector de la economía que necesita de la alianza con la delincuencia para operar contra la voluntad de la ciudadanía, como es el caso de algunas empresas extractivas. También es necesario señalar que el Estado ha utilizando a estos delincuentes como el enemigo que permite generar la unidad de la sociedad y posicionar al Estado como el “pastor” que logra salvar a sus “ovejas”, pretendiendo renovar su existencia desde un populismo punitivo.” (Atilano J. (Noviembre 27, 2014). Ayotzinapa: evidencia de una crisis estructural del Estado Mexicano. En: El Mostrador, Chile. Recuperado el 24 de noviembre de 2015, de: http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2014/11/27/ayotzinapa-evidencia-de-una-crisis-estructural-del-estado-mexicano/)

      En vista de lo anterior, esplende la validez de la pregunta que interroga sobre la franca enemistad que supone la “guerra contra las drogas”, y las polítiticas prohibicionistas y coactivas que la fundan, para la libertad individual con todo lo que ello implica.



Conclusiones tentativas


      La aprobación en la Primera Sala de La Suprema Corte de Justicia de la Nación del Amparo en Revisión 237/2014 propuesto por el ministro Arturo Saldícar Lelo de Larrea, abre un campo de oportunidades para el intento de resolver, a través de la experiencia que anima el abordaje del problema de las drogas y las adicciones en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cúmulo de conflictos cuyo origen puede situarse en el contexto del libre desarrollo de la personalidad como principio fundamental del Estado de Derecho.

      A partir de la defensa del libre desarrollo de la personalidad como principio esencial, frente a todos los peligros que lo acechan, puede resanarse o aun recrearse la función de las instituciones públicas que es, precisamente, la de administrar la libertad colectiva (Berlin, 1983); si ello ocurre teniendo como base y nutrimento la madurez ciudadana, constituida ésta a través de la ética, es decir desde la reflexión subjetiva sobre la moralidad para enseguida actuar en consecuencia, con voluntad de entendimiento, la política, que consiste en la ética llevada al plano público, y la vida alentada desde y mediante ésta, tenderá a esforzarse, de manera natural y lógica, en el logro del bienestar común.

      Elemento sine qua non de lo anterior sería el debate sobre y la puesta en marcha de políticas públicas de prevención cuyo eje sea la salud pública —y que, como ya se ha visto, incidan en la creación de medidas legales y administrativas sobre el consumo de drogas y el tratamiento de las adicciones, que a su vez sean más sensatas que coactivas—, constituyen una alternativa más viable que la prohibicionista pues la democracia se potencia al ser impulsada la sociedad por ciudadanos genuinos, personas con conciencia crítica (Zambrano, 1996), y capaces de actuar con sensatez, de tomar decisiones en plena libertad y con responsabilidad, respecto de su propia vida individual y de la vida en común con los otros, ya que esto asegura y fortalece una sociedad cada vez más madura y civilizada. Pero ello no será posible si la necesidad de la discusión pública sobre problemas comunes topa con la indiferencia de la nación.

      Lo ocurrido en la Corte, por tanto, no sólo alienta la esperanza de construir soluciones alternativas y, de una vez por todas, definitivas a los problemas comunes sino, sobre todo, acucia a entender que el debate público sobre asuntos como el del problema de las drogas y las adicciones no debería ser postergado ni diluido u olvidado, finalmente, por las demás partes involucradas los legisladores, el poder ejecutivo, la sociedad en su conjunto, sino que, por el contrario, debe intensificarse para arribar a la concreción de medidas emplazadas por el Estado en pro de su propia permanencia y virtud.



Bibliografía:

Zaldívar Lelo de Larrea, Arturo, (2015). Proyecto sobre el amparo en revisión 237/2014 en sitios web http://www2.scjn.gob.mx Recuperado el 24 de noviembre de 2015, de http://www2.scjn.gob.mx/juridica/engroses/cerrados/publico/proyecto/AR237_2014.doc

Escohotado, Antonio, Aprendiendo de las drogas, Anagrama, Barcelona, 2005.

Szasz, Thomas, Nuestro derecho a las drogas, Anagrama, Barcelona, 1992.

DEA and the Department of Justice of the United States of America, National Drug Threat Assessment (2015). Recuperado el 24 de noviembre 24 de 2015, de: https://www.scribd.com/doc/290193769/2015-National-Drug-Threat-Assessment-Summary

Zambrano, María, Persona y democracia: La vida sacrificial, Siruela, Madrid, 1996.

 Berlin, Isaiah, Conceptos y categorías, FCE, México, 1983.



León, México. Noviembre 27 de 2015.


  

Wednesday, November 27, 2013

Carlos Alberto Sebastián Serra Martínez, director del Instituto Cultural de León, México, y el continuismo en la corrupcción de la política cultural leonesa. Primera entrega.

Desde que Jose Luis García Galiano Robles fuera echado de la dirección del Instituto Cultural de León
( Despiden al director del Instituto Cultural de León, José Luis García Galiano y Manolo García B. pide trabajar en un proyecto integral de cultura. ¿Qué propones?

Fuera el director del ICL

Se va. José Luis García Galiano, el director del Instituto Cultural de León deja el cargo en medio de una de las crisis más estrepitosas que tiene la institución.

Los motivos, aunque no se digan, obedecen en mucho a la carencia de resultados del director en los casi dos años que estuvo al frente; eso sin contar las severas diferencias que tiene con su Presidente de Consejo, Alfonso Barajas Medina, además de conflictos, muchos conflictos con el personal.

En algún momento, el propio Barajas Medina le había solicitado al alcalde Ricardo Sheffield, la separación del cargo del titular, pero no se concretó y los choques entre ambos se fueron haciendo más y más grandes.

Galiano pudo hacer un buen trabajo. Buscó durante años la oportunidad de estar ahí y la desaprovechó. No escuchó, no aprendió y la soberbia lo cegó por completo.

Tiene una salida muy poco digna, vergonzosa por decir lo menos, pues prácticamente lo despiden unos días antes de que cambie la administración y esos mensajes en política son muy claros para el desprestigio de alguien.

Toca al Consejo nombrar a un encargado de despacho en lo que se designa un titular, pero, ¡ya para qué!, no cometan, señor presidente y consejeros, la puntada de nombrar a quien sea o a algunos consentidos para que cuiden 'bajita la mano' el changarro y se hagan arreglos en lo oscurito.

Mejor, sesionen de ya en los primeros días de la nueva administración y nombren nuevo presidente, renueven los consejeros necesarios y trabajen en un proyecto integral de cultura pertinente para la ciudad.

2012 © PROMERBA-012 ) 

[Vía Revista 012]

(ICL) debido a inepcia, incuria, diversos actos de corrupción, etc. en los que incurrió, y que, por cierto,  siguen impunes hasta la fecha, fue nombrada en su lugar, como encargada de despacho, la señora Lisette Ahedo Espinosa, cuyo único mérito para ocupar dicho cargo público era su relación matrimonial con José Luis Manrique, quien fuera el secretario del ayuntamiento durante el trienio del zafio y represor, y católico de estirpe teócrata --faltaba más--,  presidente municipal panista Ricardo Sheffield Padilla.



       
Lissete Ahedo Espinosa, encargada del despacho del Instituto Cultural de León tras haber sido echado del mismo su anterior "director, José Luis García Galiano Robles. Ella, gracias al merito de estar casada con José Luis Manrique, quien fuera secretario del ayuntamiento en el trienio de Ricardo Sheffield, fue nombrada directora del dppartamento de Desarrollo en las Artes del ICL luego de que Carlos Alberto Sebastián Serra Martínez fuera nombrado director del mismo.



Durante la gestión de la esposa de José Luis Manrique como encargada del despacho del ICL, se le ocurrió "organizar un así llamado "Encuentro de Arte de León", un compendio de ocurrencias a través del humor involuntario alentado y atizado por la inepcia, incompetencia y acuciosa iniciativa propia de los lerdos, y el cual se realizó del 1 al 15 de diciembre del 2012.

Entre las joyas de dicho "Encuentro de Arte", esplendió en su programa un nombrado con gran modestia y precisión filológica "Encuentro Nacional (sic) de Poesía (sic)"; éste el aviso oficial que entonces se publicó y que tuvo como respuesta la indiferencia de una ciudad de casi dos millones de habitantes -con excepción, claro, de los amigos de los "poetas nacionales", habituados a vivir de recrsos públicos, y que, tal vez, a partir de entonces, algunos, dejaron de ser, de manera fugaz y endogamicamente celebrada, "glorias municipales de la "poesía" leonesa":




(Vía: http://eal.publishpath.com/ )





Las siguientes imágenes provienen del facebook donde fueron ostentadas de manera pública por los achichincles de "Revista" "Cultural" "Alternativas" del ICL: Sirvan para ilustrar lo que en términos leoneses es comprendido como un "Encuentro "Nacional" (sic) de "Poesía" (sic)


La gloria municipal de la poesía leonesa Raulito Karam comparte sus habilidades como poeta picassiano-baconiano-o acasoflorbosquiano-etc. El editor de la "Revista" "Cultural" "Alternativas", Carlos Hugo Gonzalez, al parecer duerme, o quizá sólo escucha cabizbajo.




Generoso como es el artista plástico y poeta Raúl Karam, regala su libro para que los incautos lo descarguen y quizá alguno lo lea para que descubra, tal vez, que no todo lo que tiene apraciencia de poema abraza y expresa poesía. De aquí se baja: http://raulkaram.wordpress.com/descarga-aclaraciones/
Un encuentro "Nacional" de "Poesía" no es tal sin su correspondiente espacio de cositas para conjurar el tedio, además.

Ante la promesa de que habrá manualidades inda espacio de cositas, el público aumento y ya no fue tan necesario que los poenente "poetas" hicieran tanto de público como de severos aristarcos sapientes y poéticos tras la mesa-podio-trono.


Poeta en acción: manos a la obra.
El "poeta" Eduardo Padilla, gloria municipal de la lírica leonesa y traductor de  docenas o quizá más idiomas cuenta uno de sus acostumbrados y jocosos poemas hipster-pubertarios-telepáticos. El sonriente, sin parecer hipster ni puberto, parece haberlo entendico com amplitud y cabalidad minuciosas.



"Qué maravillosa es la poesía": Cositas.


A la derecha de esta foto aparece Gabriel Márquez de Anda, el mirífico "poeta" y planeador de talleres literarios donde la talacha "poética" que el vate panza verde, por no referenciar otras partes de su anatomía, --taumaturgo de las sombras devenidas en palabras que en montón asemejan poemas--, prodiga garantiza el arreglo acucioso de poemas --"poesías" que les dice--, abollados para asegurar con ello la obtención de becas gubernamentales. Sin embargo, honor a quien así lo merece, habra que exclamar con pasión que su fama intensa se debe sobre todo a que es, ni más ni menos, el creador del poema invisible. Su libro La Pared en la Ventana -publicado con dinero del erario, faltaba más, por Ediciones La Rana- da cuenta de ello con su profusión deliberada de páginas en blanco, pergeñadas, al parecer,  en honor a su héroe, el poeta (sin comillas) Gerardo Deniz, de quien Gabrielito es, por cierto,su imitador leonés a ultranza y "pie juntillas".
En la talacha poética, sin tregua, sin descanso, con pasión, con inspiración, con transpiración, cual se debe.
El público atiende con voracidad las poéticas genialidades de los "poetas nacionales".
¡Poesía revolucionaria en formatos nunca antes vistos!

El público rinde pleitesía a los vates con preguntas que fueron respondidas como acostumbran los "poetas".



"Poetas nacionales", elegantes, concentrados y casuales.

A falta de público, los "poetas nacionales" hacen un esfuerzo meritorio por quitar vacío a la minúscula sala.

El "encuentro nacional de poesía" tuvo a la nación en vilo y atenta durante los días que éste duró.

Poetas en la pulquería el Jaibol, extensión del ICL porque al paracer el alcoholismo y el desmadre que constituyen las ocurrencias pachecas son tenidas en muy alta estima por el dirctor del ICL, Sebastián Serra, y por la alcaldesa de León que desde entonces es conocida menos como Bárbara Botello y más como Bárbara Botellas.

Poesía y pulque en la pulquería el Jaibol financiada gracias a Bárbara Botellas con recursos del erario. En la imagen los "poetas": Pilar Muñoz Ledo (socio del Jaibol) y Pedro Mena, "poetas".

A qué hora nos vamos a pulquear, esto está de weba.


¿Y el pulque prometido? ¿A quioras, shingá?





Sin comentarios.



 














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El llamado "Encuentro Nacional de Poesía" realizado en León a instancias de Lissete Ahedo Espinosa, entonces encargada del despacho del Instituto Cultural de León, y coadyuvada por la inepcia o incuria o alucine --vaya usté a saber-- de quien maledita la "Revista" "Cultural" "Alternativas", ha sido, quizá, uno de los fiascos más penosos que se han llevado a efecto en el ICL, y vaya que eso es digno de encomio.

En suma: De encuencuentro entre "cuates", tuvo todo; de nacional,  nada: se trato de una reunión de amigos, valga la insistencia, del editor de la revista de marras que fueron agasajados en León por y para despepitar estupideces ante un público endogámico -sus propios amigos, los participantes mismos, y alguno que otro incauto --esto no se ha comprobado por quien esto escribe. Lo inconcuso, no sólo para uno, es que el enriquicimiento para León, en términos de política cultural fue nulo, contraproducente en términos de cultura y de sensatez.

Por otra parte que autombrados "poetas" se reúnan financiados por dinero de la ciudananía no abraza ni expresa "poesía". Si el encuentro lo fue, sin duda ésta se encontró ausente, lo mismo que los dos millones de habitantes de la Ciudad de León a quienes les importó nada tan "nacional" encuentro de "poesía". 
En síntesis, el logro, si alguno hubo, además del dispendio de recursos (en viáticos, hospedaje, pulque, etc), fue el alejamiento de la población de "eventos culturales", y con seguridad no sólo de tales como el referido. 

Y ni cómo recriminárselo: la gente tiene derecho a darle la espalda a la estupidez. Tal sin duda un gran logro, y habra que acentuar este hecho, de la esposa del exsecretario particular del ayuntamiento de Ricardo Sheffield Padilla y, por supuesto, del editor de la "Revista" "Cultural" "alternativas" del ICL, Carlos Hugo González, quien es todo un ejemplo para quienes desde la inepcia pergeñan ocurrencias de cualquier índole. ¿Quién dijo que para hablar de arte es necesario saber, percibir, intuir, que cosa es eso, quien dijo que hay que saber redactar siquiera para "editar" una dizque revista acerca de tal cosa? El señor editor y doña Ahedo, hoy ya por fortuna corrida  del ICL, lo saben, tal vez, o quizá no. Da igual.

Como sea ésa, la de doña Ahedo y sus cuitas con una "dramaturga" pergeñadora de bodrios, premiada en concursos inanes, defensora de quienes han podrido con polución la ciudad de León, creadora de encuentros  de teatro donde la bobería campea e impermeabiliza el interés del público por el teatro, hábil en acusar censuras para beneficio propio, vinculada en simbiosis con el director del ICL, Carlos Alberto Sebastián Serra Martínez, mismo quien ha envilecido la política cultural e intensificado con ello el escamoteo del derecho democrático que los ciudadanos de León tienen de optar por los modos de la alta cultura --y no sólo por los de la estupidez, tales como los que despepita la dramaturga aludida, su amiga--, ésa, decía, es otra historia y segunda parte de este post.


 
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