José Luis García-Galiano Robles, director del Instituto Cultural de León
El pasado 25 de noviembre fue presentada una demanda ante la Corte Penal Internacional de La Haya en contra, entre otros, de quien ocupa la presidencia PANista de México, por crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad.
El Partido Acción Nacional (PAN), el partido de la guerra, ha llevado a México hasta la desintegración vía el abatimiento del estado de derecho. Dan cuenta de ello más de 50 mil personas asesinadas desde que quien se sienta en la silla presidencial declarara de manera unilateral una guerra delirante; hay cientos de miles de desplazados, violaciones continuas, impunes, a los derechos humanos, desempleo, miseria, corrupción sistemática de las instituciones... En México la legalidad hace tiempo que no existe. En este país se vive un estado de anormalidad en donde el primero que viola la ley es el que está obligado a cumplirla, el representante de la autoridad.
Por ello no extraña -aunque no deje de consternar- que en León, Guanajuato, México, José Luis García-Galiano Robles siga siendo el director del Instituto Cultural de León pese a que ha desvirtuado hasta el ridículo el derecho ciudadano de acceder a la alta cultura, pese a que las irregularidades de su gestión, impunes, se acumulan, pese a que la corrupción de la institución que sin méritos encabeza -y de la cual se ha mantenido durante lustros como uno más entre los burócratas que la parasitan-, expresa la impronta de lo que el Partido Acción Nacional, representado en León por el presidente municipal Francisco Ricardo Sheffield Padilla, constituye para México: su desastre.
El PANismo como todas las doctrinas de extrema derecha, está esencialmente malquistado con la crítica. Lo suyo es el principio de autoridad incuestionable. En el contexto de guerra que vivimos en el país -con la ciudad de León en vías de militarización como única y casi desesperada salida ante la incapacidad del gobierno local para cumplir con las mínimas exigencias democráticas (la seguridad ciudadana, de manera eminente)-, ello sólo augura la intensificación de los infortunios colectivos. Este blog, por tanto, carece ahora de causa y motivo: el ejercicio crítico como instrumento de diálogo y potenciación democrática resulta, de manera trágica, una vanidad. Sobre todo cuando tal ejercicio, como ocurre en los Estados fallidos y sin embargo autoritarios, está condenado a la prédica de desiertos donde la legalidad y el estado de derecho son apenas el remedo de una impostura pero con graves y sanguinarias secuelas. Por ello, por la falta de legalidad en México, habrá que esperar que no sólo la Corte Penal Internacional de La Haya, sino también quienes alrededor del mundo dicen preocuparse por la justicia y los derechos humanos, no sean omisos y por tanto cómplices de la tragedia sangrienta y la desintegración de lo que en algún tiempo se conoció como México.
Antes de entrar en el silencio necesario, no deja de asquear que quienes se ostentan como "los artistas de León, Guanajuato", encantados, esperanzados o comprometidos por el sonajeo de las dádivas presupuestarias, estrechen la mano a José Luis García-Galiano Robles y a los demás burócratas del Instituto Cultural de León y miembros de su Consejo Directivo, además.
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Disclaimer en relación con algunas preguntas y cuestionamientos planteados a quien esto escribe:
- Uno sólo postea en este blog y en las redes asociadas al mismo. Uno desconoce en consecuencia cualquier otra participación hecha en otros foros o medios fuera de los referidos. Uno nunca ha comentado online la obra de ningún escritor que viva en Guanajuato, y hace tiempo que dejó de colaborar en periódicos de esta región del país.
